¿Eres feliz? Preguntó una boa a una pequeña ardilla segundos antes de devorarla mientras comprimía cada vez más con sus prietos músculos el cuerpo del pequeño roedor. ‘Por supuesto, siempre lo he sido y siempre lo seré’ – Pero sabes que estás a punto de morir, ¿no es eso a caso motivo de discordia para ti? – Si el hecho de morir de esta manera me hiciera infeliz, eso querría decir que toda mi vida ha sido falsa, pues si siempre me he sentido tan afortunada de poder correr y saltar libre entre los árboles, entonces no tendría sentido que ahora me lamentara y llorara por caer presa de uno de los peligros que siempre han existido ahí fuera. Sabía que estabas ahí y que este momento podía llegar, pero aún siempre fui feliz de poder disfrutar jugando libre en el campo. – Supongo que ahora se puede decir que ya no eres tan libre, justo antes de morir. – Te equivocas querida boa, pues la libertad no termina con el cautiverio ni mucho menos con la muerte, mi felicidad siempre me hizo libre y libre me voy, fiel a mi estilo, feliz.

A menudo ignoramos el tremendo valor de la libertad

Cada vez que vuelvo a casa por un tiempo, mucha gente me pregunta sobre qué adversidades y momentos duros he pasado durante mis aventuras, dando por hecho que es imposible conservar un estado anímico positivo constantemente, entonces siempre les recuerdo la frase que me acompaña desde pequeño, y es que están hablando con la persona más feliz del mundo con mucha diferencia sobre el segundo. Desde la más profunda humildad y respeto a la forma de entender la vida de cada uno, paso a describir las claves que rigen un caminar marcado por la ilusión, el entusiasmo y la jovialidad, se trata de los pilares del positivismo.

 
 
 

Lo perfecto es mejorable. La mayoría de la gente os dirá que la perfección no existe, y yo afirmo, sin miedo a equivocarme, que están estrepitosamente equivocados. Una situación o instante dado no solo puede ser perfecto, sino que además cuando te percatas de que lo es y estás seguro de que nada podría mejorar, entonces sucede, lo perfecto mejora. Es una condición que me ha ocurrido docenas de veces, el estar contemplando sobrecogido la perfección sublime de un momento y volver a pecar de nuevo de inocencia al atestiguar lo presente convirtiéndose en algo aún superior.

 
 
 

Todo, todo y todo en esta vida es relativo. Jamás tengas la certeza de que tu opinión es la correcta y acertarás. Cada situación y persona tienen una infinidad de factores que ni conocemos ni comprenderíamos pero que influyen directamente en el juicio de cada individuo. Uno de los más flacos favores que la sociedad hace a nuestro desarrollo personal, es el habernos convencido de cierta manera de que tener la razón nos hace más ilustres, cuando en realidad se trata tan solo de una ilusión creada por nuestro orgullo para generar pequeñas dosis de satisfacción efímera. No hay ocasión más apropiada e idónea para aprender que cuando se presentan ante nosotros opiniones contrarias o dispares a nuestro dictamen, pero para ello hemos de aceptar la subjetividad de lo cierto, respetando especialmente aquellos puntos de vista que no comprendamos y aprovechando que todo es relativo para disfrutar de la diversidad y pluralidad de la vida en sí.

 
 
 

No hay nada imposible…hasta que estás completamente seguro de haberlo intentado todo. Siendo en este caso la segunda parte la más importante de la frase, pues el simple hecho de intentarlo todo ya es un triunfo palpable e incluso frecuentemente cuando se entrega todo lo que se tiene dentro, aunque no se logre el fin deseado, a veces ni es relevante, pues nuestros esfuerzos nos han llevado a otro lugar o hecho ver las cosas de otra forma, ejercicio que ineludiblemente acarrea un aprendizaje positivo.

Está en tu mano el vencer la desidia y comenzar a hacer lo que amas

Este ensayo no pretende ser ni mucho menos una guía ni referencia para la búsqueda de la felicidad, sino tan solo un mero ejercicio de compartición de sugerencias que han resultado ser efectivas para afrontar la vida con una sonrisa manteniendo siempre el espíritu de tratar de aprender, luchar y soñar bajo cualquier circunstancia.

 

La conclusión es que no hay que conformarse ni cegarse en buscar siempre más o mejor, sino centrarse en apreciar al máximo lo que se tiene en ese instante pero manteniendo los sentidos despiertos para captar nuevas circunstancias que conviertan la situación en incluso mejor, más perfecta. Es como la magia, existe y es posible, pero hay que creer.

Libérate de tus miedos y piensa, actúa y vuela libre